sábado, 3 de julio de 2010

No sobrevive el mas fuerte...


...Sino el que mejor se adapta al medio.


Pese a lo que pueda parecer, viendo algunas de las rarezas que se dan en los seres vivos, el proceso de la evolución rara vez es caprichoso, y casi matemáticamente cumple la ecuación que tiene como resultado la supervivencia.

Cuando Darwin publicó "El origen de las especies", todo tipo de personas compraron el libro (creacionistas, evolucionistas, religiosos, ateos, científicos...) y no todos lo entendieron de la misma forma.

De hecho, Darwin cambió el nombre del libro en la segunda edición, suprimiendo del título el "...por medio de la selección natural.", ya que este término había dado lugar a multitud de equívocos, al confundirla con alguna suerte de fuerza superior o ente inmaterial regulador.
Términos de ese estilo eran muy comunes en aquella época, para tratar de revestir la mitología o las creencias con una coraza científica. Así, Needham inventaría la "Fuerza vegetativa" para indicar aquello que hace que la generación espontánea se produzca.

El motivo de este cambio de nombre fue ni mas ni menos el que mucha gente aplaudiera la "selección natural" como "selección" (por algo o por alguien) en si misma y no como un conjunto de procesos.

Pero, ¿Que es la selección natural?

Se entiende fácilmente con un ejemplo. El mas utilizado es el de las jirafas, y viene a ser mas o menos algo así:

En un lugar hay un conjunto de jirafas que se alimentan de acacias. Por algún motivo, las hojas de las partes bajas del árbol comienzan a secarse.
Solo las jirafas que tengan el cuello lo suficientemente largo podrán llegar hasta las hojas altas y comer. Las de cuello largo vivirán. Las de cuello corto se morirán de hambre. Las de cuello largo se reproducirán, y tendrán hijos con cuellos largos.
Así, si esta situación se mantiene, al cabo de 100 o 200 años, las jirafas serán animales con el cuello mucho mas largo que sus antecesores.




Este es, a grandes rasgos, el funcionamiento de la selección natural, y también a grandes rasgos el de la evolución.

Procesos puramente biológicos determinan los tipos de especies.

domingo, 20 de junio de 2010

Dime como andas y te diré quien eres.


Uno de los criterios mas utilizados por las personas para diferenciar a los humanos de los humanos de otros animales es el de “andar erguido sobre dos patas”.

Se cuenta que Diógenes el Cínico entró una vez en la Academia de Platón sosteniendo un pollo desplumado, diciéndole, “Toma, aquí tienes tu ser humano”. La definición de humano de Platón no podía haber sido mas certera “Humano: Ser bípedo e implume”

A lo largo de la historia, las definiciones que se han hecho de los seres humanos son incontables, pasando de “el que camina de pie” (anthropos) por “el que habla”, “el que ríe”, “el que tiene alma” y mas recientemente hasta “el que sabe” o “el que juega”. Características todas ellas que no pueden ser individualmente propias solo de los seres humanos.

Hoy veremos dos ejemplos de lo que la evolución ha hecho con los animales (o de lo que los animales han hecho con la evolución).

Murciélagos que caminan:

Los murciélagos, mamíferos roedores del orden de los quirópteros, son lo que podríamos llamar un ratón con alas. Hay multitud de variedades de murciélago a lo largo del mundo. Nos centraremos en la que quizás sea la mas particular. El murciélago de cola corta de Nueva Zelanda (Mystacina tuberculata)

La evolución ha dado lo que podemos llamar un rodeo con este ratón para volver al punto de partida. Si bien los murciélagos se adaptaron para volar y evitar ser comidos, al llegar a Nueva Zelanda, se cree que debido a la falta de competidores, el murciélago dejo de necesitar la habilidad de volar y se adaptó a caminar por el suelo. Para ello, utiliza sus alas como patas delanteras, tiene un talón único en cada una de sus patas traseras y músculos adaptados específicamente para caminar.

Se han encontrado antepasados fósiles en Australia que presentaban las mismas adaptaciones que m. tuberculata. Hace 20 millones de años.

Imagen del ser:



Elefantes que nadan:

Con sus cinco toneladas de peso, los elefantes de la isla de Andaman, en el Golfo de Bengala, son capaces de nadar largas distancias sin ningún tipo de problema.

Aunque parezca increíble, los elefantes son unos magníficos nadadores y tienen una gran resistencia bajo el agua. Sumergen su cuerpo por completo y utilizan su trompa a manera de snorkel, lo que les permite bucear durante kilómetros con gran facilidad. Su habilidad es tal, que los científicos creen que los primeros elefantes que llegaron a Sri Lanka desde La India lo hicieron a nado.

Pero ¿a qué se debe esta habilidad de los elefantes bajo el agua? Los científicos creen ahora que los elefantes dejaron atrás la vida acuática hace alrededor de 30 millones de años y que desde entonces no han dejado de adaptarse a la vida terrestre. Según algunos estudios, los elefantes podrían descender de la vaca marina y cuentan entre sus parientes más cercanos con criaturas como el manatí.

Analizando los embriones de varias especies, Ann Gaeth, de la Universidad de Melbourne, Australia, ha descubierto la presencia de un vestigio ancestral en los embriones de elefantes, un pequeño conducto conocido como nefrostoma, que solo poseen los animales que viven en el agua.

Otros especialistas, como John B. West, de la Universidad de San Diego, creen haber descubierto la causa por la que los elefantes son capaces de bucear a profundidades considerables sin que sus pulmones se dañen, como ocurre con otros mamíferos. Según West, los elefantes han reemplazado las membranas pleurales normales por capas de tejido conectivo denso que permiten a los pulmones soportar la intensa presión.

Las semejanzas no dejan espacio para la incredulidad:



Queda a la espera el capítulo del ser humano, “Mono Acuático”.

Fuentes:

-Fogonazos.com

-Zycu.com

-wikipedia.com

-espeleomalga.com

-avenoticias.com

martes, 15 de junio de 2010

Una historia, un hombre y un lugar.



Empecemos por donde se debe. Por el principio:

Entonces dijo Dios: Llénense las aguas de multitudes de seres vivientes, y vuelen las aves sobre la tierra en la abierta expansión de los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo ser viviente que se mueve, de los cuales están llenas las aguas según su género, y toda ave según su género. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y fue la mañana: el quinto día.
Entonces dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género: ganados, reptiles y bestias de la tierra según su género. Y fue así. E hizo Dios las bestias de la tierra según su género, y el ganado según su género, y todo lo que se arrastra sobre la tierra según su género. Y vio Dios que era bueno.

Podría ser un buen principio, sin duda, pero preferimos empezar por un principio mas de verdad y un poco mas reciente, concretamente a principios del siglo XIX en Inglaterra.

[Dramatización con fin documental]

16/5/1823

Royal Agricultural Journal:

Receta para conseguir sus propio estanque lleno de carpas:

Si usted quiere disfrutar este verano de un precioso estanque en el jardín de su casa de estilo neoclásico a las afueras de Londres (en los demás sitios la gente tenía la cabeza aún en otras cosas…)



Siga los siguientes pasos:

-Coja un buen puñado de hojas caídas de un árbol (preferentemente un roble, para que las carpas sean mas robustas), y después de dejarlas al sol durante tres horas aproximadamente, échelas en el estanque. Abra la compuerta que conecta el estanque con el río mas cercano durante al menos una semana. Después cierre la compuerta.

En este plazo, sus hojas se habrán convertido en unas preciosas carpas rojas…. ¿Adivina usted por qué? Gracias a la teoría de la generación espontánea.

Fdo: Mr. Needham.




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Para hacernos una idea de la mentalidad de algunos de los intelectuales en el siglo XIX (hemos de centrarnos en este siglo por ser el de Charles Darwin) podemos ver una receta que sería algo común en un semanario de jardinería de la época. ¿Parece increíble, no?

La historia se remonta al siglo 3 a.C. cuando un hombre llamado Aristóteles (si, el mismo griego famoso que dijo que las moscas tenían 4 pares de patas…) dijo que las ratas se formaban entre la ropa sucia de mujer, los gusanos se formaban a partir de la carne podrida, los mosquitos estaban hechos de barro, los pájaros eran hojas de árbol que habían caido en la tierra y los peces hojas de ese mismo árbol que caían en el agua.

Esto parecía bastante lógico en una sociedad que creía que las tormentas las producía un señor de barba cuando se enfadaba. El malvado y mujeriego Zeus, inventor de la modalidad olímpica de jabalina.

Pero ¿Qué hacía la gente que inventó la máquina de vapor y la explotación capitalista creyendo en esto? (bueno, la descripción es exagerada. Realmente ellos solo creían que la generación espontánea era válida para seres pequeños como moscas o gusanos, desmentida por Redi un tiempo antes).

El agua se había puesto al fuego. Era cuestión de que empezara a hervir.

-El hombre y el lugar:




El 12 de Febrero de 1809, en una pequeña aldea llamada Shrewsbury, una mujer acababa de dar a luz por tercera vez, y por vez primera a un varón. Le llamaron Charles en honor a un tío fallecido y Robert en honor al padre. El origen de su apellido, Darwin, se perdía en la noche de los tiempos.

El pequeño Charles fue un niño feliz, ocioso, querido, y no podemos ni debemos obviarlo, holgazán. Vago y holgazán.

Coleccionaba escarabajos, robaba fruta a sus vecinos, se peleaba con sus amigos y daba tumbos por la campiña, cazando, a caballo o caminando, con tal de no tener que estudiar.

Huérfano de madre desde los ocho años. Las palabras mas famosas que dijo el Doctor Darwin (su padre) y que pasarían a la historia son: “Lo único que te interesa es la caza, los perros y cazar ratas, y vas a ser una desgracia para ti y para toda tu familia”

Comenzó estudios de medicina y los dejo porque no soportaba ver la brutalidad médica de aquellos tiempos. Su padre lo mando a Cambridge a estudiar para ser clérigo (para ser cura, hablando claro), y allí se interesó por la “Historia Natural”.

En 1831, recomendado por un profesor y por su tío (un millonario burgués que tenía una fábrica de ladrillos y porcelana), se embarcó en el bergantín de la Armada Inglesa “HMS Beagle”, cuya misión era cartografiar las costas de Sudamérica, en calidad de naturalista.

Su capitán, J. FitzRoy (leer el libro “Darwin contra FitzRoy, para mas detalles) era un científico innovador, partidario del uso del barómetro (algo raro en aquella época), gran matemático y un hombre muy trabajador y organizado. Y por supuesto, íntegro, decente, y creyente palabra por palabra y letra por letra en las Santas Escrituras, como Darwin.

Discusiones acerca de cuanto mediría el Arca de Noé (en pies o en millas, dependería), que día exacto habría creado Dios el mundo, o cuantos ángeles caben en un galón eran discusiones comunes a la hora de la cena entre Darwin y FitzRoy en la cámara de este último.

Debido a los mareos que sufría en el mar, Darwin hizo multitud de viajes por tierra recorriéndose toda la Pampa argentina, Tierra de Fuego y demás. En una de estas excursiones, encontró cerca de la costa multitud de fósiles. FitzRoy sostenía que eran animales extintos porque no cupieron por la puerta del Arca y se ahogaron en el diluvio, lo que probaba empíricamente que lo que decía el Antiguo Testamento era cierto. Los indicios, la autobiografía de Darwin, y ciertas cartas, nos dan a entender que el jovencísimo Charles tenía otra idea en mente, pero aún no tenía claro que idea era esa.

Cuando el viaje terminó, cada uno de estos dos hombres se fue por su lado, y apenas volvieron a tener relación (FitzRoy se suicidó a los pocos años de casarse). Darwin se casó, se compró una casita en Kent y vivió toda su vida de rentas, por lo que nunca tuvo que trabajar a cambio de dinero. En el año 1859 publicó “El origen de las especies”, libro en el que explica su teoría acerca de la selección natural.

A pesar de lo que se cree, el libro no produjo una explosión que polarizara la sociedad y enfrentara a la gente de a pie, ni mucho menos.

La primera edición (unos 1500 ejemplares) se vendió el mismo día de su publicación. El conflicto estaba por comenzar.

Darwin publicó muchos mas libros, de muy diversos temas científicos y multitud de ensayos, pues se pasó toda su vida investigando en su casa de Kent, de la que apenas salió debido a su enfermedad (desconocida). “La fecundación de las orquídeas” y “Las plantas carnívoras” son solo dos ejemplos de libros que publicó, con experimentos metódicos, repetidos y contrastados hasta la saciedad, y plagados de explicaciones acerca del funcionamiento de los seres vivos, que serían confirmadas en el siglo posterior.

Esto es solo un resumen de la historia, el hombre y el lugar, que deberá únicamente ponernos en situación, para entender otras cosas que trataremos próximamente. Todos los datos han sido elaborados por “evoluciónamuerte”, consultando como fuente la autobiografía de Darwin (edición de Laetoli sin censurar) el libro “Darwin contra FitzRoy”, y “Diario de un naturalista alrededor del mundo” del propio Darwin.

sábado, 12 de junio de 2010

Pienso, luego existo. Evoluciono, o dejo de existir.


Hay un dicho popular que enuncia “renovarse o morir”. Podría ser el mas claro ejemplo de la presencia de las ideas de la evolución en nuestro día a día.

Podemos aplicar teorías de selección y mejora en multitud de campos, desde el mas obvio en todas las ramas de la biología, la farmacia, la medicina y la agricultura y ganadería, hasta la industria, la informática, la economía… y todo cuanto podamos imaginar.

Pero, ¿Sabemos realmente como funciona la evolución? ¿Sabríamos decir qué es? ¿Cómo se lo explicaríamos a un niño pequeño?

No soy matemático, ni demógrafo (iba a decir que no soy “estadista”, pero eso significa otra cosa) ni se mucho de estadística, pero si me fijo en la gente de mi entorno, dudo que un 50% sepa explicarme al menos rudamente como funciona la selección natural, por no hablar de que al menos sepan quien fue el hombre que formuló esta teoría. El otro 50% mencionaría algo de un tal Darwin y poco mas. Cuantas veces habré escuchado decir que Darwin fue un pintor famoso, que fue un filósofo comunista, que fue un político inglés… etc.

Por supuesto, no es necesario que todo el mundo tenga un doctorado en biología evolutiva, ni que cada uno de nosotros sea un pequeño biógrafo de Charles Darwin, pero si lo pensamos detenidamente ¿Cuánta gente conoce la historia del Arca de Noé? Y lo peor… ¿Cuánta gente cree en ella?

Parece un desequilibrio razonable. Lo suficientemente razonable como para que al menos alguien se plantee que esto cambie, y poder hacer de las ideas evolucionistas algo sencillo y al alcance de todo el mundo.

Ni historias de barquitos llenos de animales, ni eugenesia de saldo para toda la población. Charles, Alfred, Jean Baptiste, Theodosius, habitantes del estado de Tennessee, John Scopes, y mundo en general: Esto va por vosotros.



Foto sacada por el autor de este blog en el Museo de Historia Natural de Londres en 2009:


Cuarto de estudio de Charles Darwin.